jueves, 12 de abril de 2007

DICEN QUE...

“Me contó una amiga que a un amigo de su prima…” éste comienzo podría encajar perfectamente con miles de historias que podemos escuchar en cualquier lugar de la geografía española ya sea una gran ciudad, un pueblo o una aldea alejada de la mano de Dios, allá donde vayas encontrarás alguna leyenda urbana. Cada día, relativamente cerca de nosotros, nos hablan de gente que vivió en primera persona la visita inesperada de Alejandro Sanz al servicio de urgencias del hospital para recibir ayuda médica tras un desgarro anal o como una pandilla de encolerizados adolescentes de origen latino persiguen con su coche en la oscuridad de la noche al primer vehículo que les avise con sus luces largas que circular sin iluminación alguna por una carretera de doble sentido puede ser una decisión dudosamente inteligente.


Si tienes la suerte de no encontrarte con ese bromista grupo de Latin Kings no desesperes, aún queda noche y carretera por delante. Mientras tu coche circula en la densa niebla (intentando seguir una línea que debe haber sido pintada por última vez cuando Miliki era chaval) aprecias de repente una silueta que te da el alto. Compruebas que es una chica joven, medianamente atractiva de no ser por su vestido de Zara Basic lleno de sangre. Después de todo no es lo peor que te podía haber pasado, no era la Guardia Civil. Te pide que la montes en tu coche y tú por supuesto aceptas, ¿por qué no?, tras el desconcierto inicial y una pobre conversación, gentilmente te advierte que tengas cuidado con la siguiente curva, ya que ella y su novio se mataron allí y a continuación se desvanece sin dejar rastro… no eres fácilmente impresionable pero eso tiene que joder.

¿Deseas saber como será el día de tu muerte? Muy fácil, solo tienes que situarte delante del espejo con una vela con la habitación en absoluta penumbra y esperar que el espejo te muestre el último capítulo de tu vida. Puede darse el caso de que al cabo de un buen rato no obtengas lo que buscabas. No te preocupes, tal vez ese sea el mejor momento para probar a decir en voz alta nueve veces el nombre de Verónica, que estará encantada de salir de las sombras para visitarte… Si después de esto tampoco estás satisfecho siempre puedes bajar al pub de la esquina donde lograrás conocer a una amable chica que te invitará a pasar la noche. No te sorprenderá por supuesto, que esa encantadora señorita acompañe tu copa con un sedante y amanezcas inmerso en la bañera de un motel echando de menos uno de tus riñones y leyendo una nota en el espejo que dice algo así como “Llama a urgencias si quieres vivir”, lógicamente tu disgusto será mayor cuando compruebes que debajo no te dejó su número de teléfono… esta relación tenía futuro.

A pesar de escuchar estas y otras muchas historias mi vida sigue igual. Sigo bebiendo Coca-cola, a pesar de que se use para limpiar motores; nunca encontré a nadie que regalara droga en la puerta del colegio, por más que lo buscara; mi cuenta de Messenger sigue sin ser borrada, a pesar de no mandar aquel mail a todos mis contactos y nadie me demostró aún que el amigo del protagonista de Aquellos maravillosos años fuese conocido en su etapa adulta como Marilyn Manson.

Toda mentira de importancia mientras cuente con un detalle circunstancial y sea repetida hasta la saciedad puede ser creída, al menos por una inmensa mayoría. Por mi parte intento mantenerme al margen, hasta que encuentre el famoso video en el que Ricky Martin visita Sorpresa Sorpresa.

Gracias y Bienvenidos.

4 comentarios:

decolores dijo...

Muy buen artículo! y muy bien contado... Por qué nos creeremos todas estas historias? se supone que no nos las creemos, nos reímos cuando las escuchamos... pero en el fondo todos terminamos mirando el vaso por si nos han echado algo, vamos por la carretera mosqueados por si aparece el coche, se sigue hablando del mítico vídeo de Sopresa Sorpresa.. jeje. A lo mejor necesitamos algo en lo que creer como los dioses griegos con sus mitos, o a lo mejor es que estamos tan inseguros de las cosas que pasan que nos planteamos todo, o puede que solamente necesitemos algo de lo que hablar...

Sea por lo que sea, pero las leyendas urbanas por tontas que sean están ahí.

Eugenio Villar dijo...

Muy bueno nene, me ha gustado mucho!!! como dice María, sobre todo lo que me ha gustado es como lo has narrado!! El repaso a leyendas urbanas ha sido buenisimo, por ahora no he hechado ninguna de menos jajaja un abrazo y suerte!!

Anónimo dijo...

Si me mencionas...aparezco.

Vale, sí, soy una leyenda urbana más...pero aprovecho desde aquí para promocionar mi última aparición en exclusiva para el I festival de microfilms Galp...

Nos vemos en la próxima curva!!

J.A. dijo...

...en la próxima curva? Visto lo visto espero q no. Mejor de cervezas o x ahí.